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MEDIOS DE COMUNICACIÓN

02/11/2006 Tenemos un examen

Un alumno de bachillerato tiene unas diez asignaturas, creo. Normalmente se suelen hacer como mínimo dos exámenes por materia a lo largo del trimestre. En algunas ocasiones, se tiene alguno más. Esto hace que los alumnos tengan veinte o más exámenes al trimestre. Cada vez que hay un examen algunos alumnos (a veces todos o la mayoría) piensan que han de perder las clases anteriores ("porque tenemos que estudiar"). Si consideramos como media que en ese caso se perderían la mitad de las clases de la joranada, a lo largo del trimestre habría que perder, como mínimo, sesenta clases. Si a esto añadimos las huelgas, las enfermedades y otros factores diversos, el curso queda reducido inexorablemente a la mínima expresión. A esto hay que añadir que procedéis de grupos distintos, es decir, que no coinciden los exámenes de unos con los exámenes de los otros. El pasado martes, por ejemplo, unos tenía examen de economía y otros no. Habría que si no duplicar la cifra anterior sí añadirle un número considerable más de horas. Probablemente, alguno o alguna piensa que mejor perder las clases. No le culpo, pero debe pensar que la obligación del centro, de los profesores, es totalmente la contraria: la de intentar que el tiempo se rentabilice académicamente hablando.

De todo esto se desprenden varias conclusiones:

El examen debéis tomarlo como algo habitual en vuestra actividad académica. No debería ser algo tan extraoridnario. Sobre todo para quien habitualmente estudia (!).

Deberíais tomar la decisión de planificar mejor el estudio. Ya os encontráis en un nivel que requiere un hábito de trabajo y un nivel de organización del que veo que adolecéis.

No soy yo quien tiene que reajustar su actividad (mis clases) por motivo de exámenes que ni tengo ni he puesto, sino que sois vosotros los que tenéis que, insisto, organizaros el trabajo y el estudio.

Ya he comentado en alguna ocasión que cuando la materia se planifica con sesiones más bien prácticas, la pérdida de clases ocasiona más inconvenientes que aquellas más teóricas. Pues ese, insisto, es nuestro caso. Por lo que cada clase perdida, tendrá que ingeniárselas cada uno en cómo recuperarla, si puede; porque en alguna ocasión le podrá resultar harto difícil.

AHORA, CADA UNO EN SU BLOG, HARA UNA BREVE ENTRADA (POST) EN DONDE ESCRIBA UNA REFLEXIÓN FUNDAMENTADA Y ARGUMENTADA SOBRE EL TEMA 

 

 

 

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